Colegios de Iglesia dieron inicio al Mes de María en Cerro La Virgen

Como ya es tradición, la mañana de este viernes 8 de noviembre, los Colegios de Iglesia de la Arquidiócesis de Concepción dieron inicio al Mes de María con una peregrinación al Cerro La Virgen que organiza la Vicaría Pastoral para la Educación y la Cultura (Viceduc).

Las delegaciones de estudiantes se reunieron en la Plaza San Juan Bosco para recibir la bendición de envío por parte del arzobispo de Concepción, monseñor Sergio Pérez de Arce SS.CC., quien invitó a los jóvenes a “tener un corazón inquieto, a servir y amar a los demás y entregarse a nuestros hermanos como la Virgen María”.

Durante la peregrinación, los estudiantes participaron con cantos, alabanzas y en las estaciones que estaban en el sendero que va hacia el Santuario: “La Anunciación”, a cargo del Instituto de Humanidades San Francisco de Asís y “Las últimas palabras de Jesús”, que fue representado por el Liceo La Asunción de Talcahuano.

Al llegar al Santuario, fueron recibidos por el coro del Colegio San José de Cabrero y luego, participaron en la Eucaristía de inicio del Mes de María que fue presidida por el obispo auxiliar de Concepción, monseñor Oscar García.

En su homilía, monseñor García afirmó que Dios nos ama y quiere nuestra felicidad y por eso nos envió a su Hijo Jesucristo por medio de la Virgen María, quien fue “elegida y preservada del pecado original”

En ese contexto, sostuvo que pese a que nosotros somos frágiles y caemos en el pecado, el Señor nos ama y quiere que seamos felices no sólo en esta tierra, sino que también en la eternidad, y siempre responde a nuestras oraciones. Además, recordó que nos ha dejado a su Madre y destacó que el amor de mamá trasciende a todo amor humano, pues las mamás quieren lo mejor para nosotros y nos cuidan en todo momento y circunstancia, y velan para que no nos falte nada. 

“Con mayor razón nuestra gran Mamá, la Virgen María, que camina con nosotros y a quien le pedimos, como hijos predilectos de ella, y le confiamos nuestra vida, nuestras necesidades personales, familiares y como comunidad. Y ella obtiene, a través de su Hijo, las mejores de las gracias”, enfatizó. 

En ese sentido, expresó que “es importante que hoy nos hayamos reunido aquí para demostrarle cuánto amor sentimos por ella. En primer lugar, por ser nuestra Mamá, tierna y generosa. Y, en segundo lugar, porque ella aceptó hacer la voluntad del Señor y traernos el mayor tesoro: Jesucristo, nuestro hermano y  amigo que nos ha salvado y que quiere también lo mejor para nosotros”.

En el momento de la presentación de las ofrendas, estudiantes del colegio San Agustín entregaron el signo del Año de la Oración, que recorrió los Colegios de Iglesia como recordatorio de la importancia de mantenernos unidos en la oración y fortalecer nuestra fe día a día. Representantes del Jardín Infantil Fabiola entregaron los alimentos que se están reuniendo en las comunidades educativas para ser entregados en el Hogar de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres. Mientras que estudiantes del Instituto de Humanidades Alfredo Silva Santiago ofrecieron los dones de pan y vino, que luego se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor.

La Eucaristía culminó con la bendición de los denarios que fueron entregados a cada uno de los asistentes por parte de Viceduc.