La crisis sanitaria actual ha significado un importante desafío para toda la sociedad. En ese marco, la comunidad católica ha optado por dar prioridad a la cercanía entre fieles a través del uso de los diferentes medios digitales, para así potenciar la unidad y la fe mediante la oración.
Bajo dicha perspectiva, este viernes 5 de marzo, a eso de las 19 horas, Monseñor Fernando Chomali presentó los lineamientos de trabajo y énfasis pastorales para este 2021. En el encuentro abierto a toda la comunidad, el Arzobispo de Concepción se refirió al contexto en el que se sitúa la labor de la Iglesia, aludiendo a la llamada permanente de volver a Jesucristo.
La ponencia contó con la participación del Pbro. Mauricio Aguayo, Vicario Episcopal para la Pastoral, quien inició el encuentro con breve momento de oración. “Jesucristo ha venido al mundo para salvar y no para condenar. Pidamos al Señor que nuestro espíritu se abra para unirnos a la experiencia redentora de la cruz que quiere redimir a tantos que hoy necesitan de salvación”, dijo el sacerdote de la Arquidiócesis.
En medio de un panorama bastante adverso la Iglesia de Concepción ofrece un camino, palabras de aliento y esperanza, así como una orientación ante lo que será este 2021. Monseñor Fernando Chomali recordó con añoranza los momentos simples, cotidianos y presenciales. “Lamentablemente aprendemos tarde y ahora estamos frente a una pantalla, pero qué terrible habría sido la pandemia sin estos medios que nos permiten estar vinculados”.
El Arzobispo de Concepción se refirió al VII Sínodo Diocesano, instancia en la que se realizó un importante trabajo de escucha y comunicación. En dicha oportunidad, pudieron notar que era necesario volver al centro, volver a Jesucristo. Por otra parte, se identificó la importancia del trabajo en conjunto, donde las personas estén al servicio del otro y de quien más lo necesita.
En ese marco, Monseñor se refirió a tres aristas que como Arquidiócesis se considera necesario fortalecer. En primer lugar, habló de la oración. “Creo que hoy día más que nunca tenemos que dar gracias a Dios, tener una actitud de agradecimiento. Gracias a Dios por el pan que tenemos para comer, por la familia que tenemos. Rezar en común. Pedirle a Dios que tengamos una actitud más humilde en la vida, más contemplativa, tener más hondura espiritual”.
Por otra parte, también mencionó el valor de la fraternidad: “El Papa acaba de escribir una encíclica hermosa, ‘Fratelli tutti’, y pide que la hermandad sea concreta. La fraternidad en la vida cotidiana, porque hoy con las dificultades sanitarias que tenemos nos vemos obligados a volver a lo local, llamar a ese joven o a esa persona que sabemos está sola. Generar un ambiente fraterno en nuestra vida y darnos cuenta de que lo más importante que tenemos en la vida son las personas”.
Para continuar, abordó el encuentro con Dios señalando que “debemos ser más solidarios y ser una Iglesia que no cuestiona la religión, o si está casado, sólo vemos a un ser humano que necesita ayuda, cobijo o un plato de comida. Creo que podemos avanzar mucho en esta línea, todos podemos entregar algo. Dios quiera que nos ayudemos todos y así lograr un espíritu de oración”.
Finalmente, la presentación contó con un espacio de preguntas efectuadas por la comunidad. Una de ellas se vinculó con la vivencia de la pastoral en los establecimientos educacionales. Ante dicha interrogante, Monseñor declaró que “los colegios están pasando por momentos muy difíciles, los profesores han hecho un esfuerzo inmenso, hemos descubierto una gran brecha y aún queda mucho por hacer”.
Ante lo anterior, añadió: “Yo pienso que hoy la pastoral del acompañamiento es vital. Hoy las redes nos permiten acompañarnos mutuamente. Lo ideal sería que los cursos se acompañen, generar espacios de oración y ayudar a quienes más lo necesiten. La pastoral se vive en preocuparnos del otro”.
Si deseas revisar la presentación puedes hacerlo a través del siguiente enlace.
Fuente: www.iglesiadeconcepcion.cl