Producto de los incendios forestales que azotaron a la comuna de Santa Juana en el verano, muchos estudiantes y familias se vieron afectados. En este contexto, y como forma de colaborar con los damnificados, la mañana de este miércoles 29 de marzo la Vicaría de Educación del Arzobispado de Concepción entregó 100 mochilas con útiles escolares y de aseo, que se repartieron entre la Parroquia Inmaculada Concepción de Santa Juana y la Escuela rural de Huallerehue.
La Delegada Episcopal para la Educación y la Cultura, Adriana Fernández, explicó que “la Vicaría en esta oportunidad hace de gestora de la colaboración de personas generosas que realizaron estos aportes”.
“Ha sido gratificante poder servir de puente entre las personas que desean y realizan esfuerzos para ayudar y quienes necesitan esta ayuda”, añadió.
La campaña para armar estas mochilas con útiles se realizó en la Región Metropolitana y estuvo a cargo de Soledad Scarpa, quien reunió aportes de familiares, amigos y compañeros de la generación del 82 del The Grange School. La meta de ellos eran 100 mochilas y lograron armar 130, una cantidad fue destinada a Santa Juana y otra a la comuna de Tomé, que también fue afectada por los incendios.
“La satisfacción de saber que estás ayudando no solo a los niños sino a las familias es igual que la otra vez, nos enviaron unos videos preciosos de los niños recibiendo sus mochilas felices y es súper gratificante el agradecimiento de los papas”, aseguró Soledad.
Parte de la donación se entregó en la Escuela Especial de Huallerehue, ubicada en uno de los sectores más afectados por los incendios.
El Padre Ricardo Valencia, Párroco de Inmaculada Concepción de Santa Juana, comentó que es “una escuela que si bien no se quemó, su infraestructura sí estuvo en el centro de los incendios y por eso yo creo que es muy buen signo para los alumnos y para la comunidad educativa el saber que no están solos y es una alegría para nosotros como parroquia”.
Por su parte, la Directora de la Escuela, Carolina Campusano, expresó su gratitud hacia la Vicaría porque “no nos había llegado ningún apoyo, estábamos medio abandonados”.
“Estamos muy contentos, los chiquillos recibieron muy contentos también sus mochilas y estuches. Es importante para ellos en el fondo recibir este tipo de ayuda, más que nada como reconocimiento de que están acá porque la escuela fue albergue, entonces es muy importante desde esa mirada, el reconocimiento de la labor que se hizo en la escuela” añadió.
Además, la Vicaría para la Educación ha gestionado otro aporte que se entregó a la escuela de Punta Lavapié de la comuna de Arauco, también afectada por los incendios. Para la Delegada Episcopal la clave es “acompañarnos y trabajar colaborativamente con otros y para los otros, porque nos ayuda a mirarnos y encontrarnos como hermanos”.