Con alegría y mucho entusiasmo, estudiantes, rectores y docentes de los Colegios de Iglesia de la Arquidiócesis de Concepción, vivieron la Eucaristía de Inicio de año Escolar 2024, presidida por el Administrador Diocesano, Monseñor Bernardo Álvarez, en el Templo Catedral.
Monseñor Álvarez comenzó su homilía diciendo que “esta Iglesia tiene la particularidad de ser como la casa de todos, donde todos podemos venir, entrar y, sobre todo, estar en comunión y la presencia de nuestro Dios”.
“Celebramos esta Eucaristía para vivir un momento de gran fraternidad y comunión, iniciando este año escolar 2024 (…) Tiene este sentido de espacio único porque en verdad partir juntos nos hace bien, partir como comunidad creyente, como comunidad educativa nos hace muy bien y más aún, nos toca esta Misa, providencialmente, dentro de la Octava de Pascua”.
En este contexto, señaló que celebrar la Eucaristía durante la Octava de Pascua es una oportunidad para pedir que Jesús nos acompañe durante todo nuestro año escolar.
Para finalizar, invitó a los estudiantes a “que iniciando este año y con las características que pudiera tener -a veces son cosas buenas, malas o indiferentes- podamos contar siempre con la presencia de Jesús. Y lo bonito de Jesús, es que es un amigo fiel que se manifiesta, es decir, que se hace presente, aunque a veces no podamos reconocerlo tanto, pero siempre tiene alguna manera para hacerse presente en nuestra vida”.
En el momento de la presentación de las ofrendas, el Colegio Inmaculada Concepción de Talcahuano llevó hasta el Altar, una Caja de útiles escolares, que representan los deseos de prosperidad y éxito educativo para todos quienes están en etapa escolar, especialmente para aquellos que ven con dificultad su camino académico por falta de recursos.
Mientras que el Colegio Madres Dominicas presentó el signo que representa la invitación del Papa Francisco a intensificar la oración durante este 2024. En este signo se ve la familia que representa la unidad de la oración y sus colores son una actitud de amor, fe, esperanza y fraternidad para prepararnos a vivir bien el Jubileo del 2025.
Y por último, estudiantes del Instituto Humanidades de Coronel, ofrecieron con gozo los dones de pan y vino, que luego se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
Antes de finalizar esta celebración, se realizó la ceremonia de la luz con un representante de cada colegio. El cirio o la «Luz de Envío», que los guiará durante este año académico, simboliza la presencia de Dios con los estudiantes.
Tras la Misa, la Delegada Episcopal para la Educación y la Cultura, Adriana Fernández, señaló que hubo “una buena participación de parte de los colegios y también se notó durante la Eucaristía muchas señales de respeto y de participación, lo que nos deja muy contentos”.
Para Javiera Vega, alumna del Liceo Técnico Femenino de Concepción, “esta experiencia fue muy emotiva. Escuchar hablar de Jesús te hace sentir melancólica y te hace replantearte todo, pero también te acerca a Jesús”.
Por su parte, Martín Toledo, estudiante del Colegio Sagrados Corazones, señaló que es “una buena forma de iniciar este año escolar, motivándonos a que nos vaya bien en las pruebas y distintas actividades”.
